Las siluetas de gigantescas grúas, símbolo del boom inmobiliario, vuelven a verse recortadas en el perfil de las grandes ciudades españolas. El sector, que ha vivido varios años de letargo tras el pinchazo de la burbuja de ladrillo, empieza ahora a desperezarse. Los precios de las viviendas comienzan a subir tímidamente, las adquisiciones de inmuebles como inversión siguen aumentando, el parque de pisos va reduciéndose poco a poco, e incluso han aparecido nuevos promotores, dispuestos a comprar suelo y emprender nuevos proyectos. Una nueva era inmobliaria ha comenzado.

El mercado inmobiliario está tirando con bastante fuerza, en especial el residencial de segunda residencia”, explica Juan Velayos, consejero delegado de Neinor Homes, la primera gran promotora surgida en el nuevo ciclo inmobiliario. “Las zonas en las que ya vemos subidas de precios con claridad son Madrid, Barcelona y la segunda residencia en la Costa del Sol. En este último caso, por el interés de los clientes e inversores internacional”.

La tímida recuperación económica, el fuerte ajuste que han sufrido los precios y la mejoría de la financiación han contribuido a la reactivación del sector. Un reciente informe de BBVA considera que esta tendencia “permitirá concluir el año con un crecimiento notable”, aunque recuerda que se parte de niveles muy bajos. Aún quedan muy lejos las cifras de construcción y transacciones que se alcanzaron en pleno boom (2005-2007). Y mejor que sea así.

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Fuente: cincodias.com