El ajuste experimentado por el sector inmobiliario desde que comenzó la crisis «está llegando a su fin». La marcha del mercado inmobiliario en España va de la mano de la crisis desde el estallido de la burbuja del ladrillo a finales de 2007 tras acumular una contracción del 43% en los precios de las viviendas durante todo el periodo. Uno de los datos mas esperanzadores es el indicador del INE (Instituto Nacional de Estadística) que revela que el precio de la vivienda encadena dos trimestres de subidas tras un ajuste de los precios desde que empezó la crisis que, en términos reales, se sitúa en el 43%.

Otro ejemplo de recuperación es que 2014, con el PIB ( producto interior bruto) creciendo a un ritmo anual del 2%, se cerrará con el primer aumento en la venta de viviendas en los últimos cuatro años. En este periodo de crisis solo se registró otro repunte anual en 2010, pero fue pasajero, como lo fue entonces la salida de la recesión: el PIB volvió a retroceder en 2011, y el volumen de operaciones siguió a la baja, hasta que al fin reflotó el año pasado.

Asimismo, la compra de viviendas por parte de los no residentes «vuelve a crecer», se puede considerar a este colectivo un «indicador adelantado», dado que fueron los «no residentes» los que primero se retiraron del mercado inmobiliario español en cuanto se percataron de la burbuja inmobiliaria».

Aunque «todavía» con suma prudencia podemos decir que estamos en una situación de estabilización del mercado inmobiliario», así lo evidencian los datos tanto del repunte de los precios como de la compraventa de viviendas.